Estamos siendo entrenados por el universo para hacer lo mínimo, disfrutar al máximo y agradecerlo todo. Los últimos años han sido pesados, ahora es momento de soltar la carga, los traumas y las inseguridades. Eso significa que debemos soltar caminos que desencadenan viejas preocupaciones. El viejo “yo” dice: >>Debo esforzarme más para cumplir mis metas<< Él nuevo “yo” dice: >>Mi sanación es prioridad, mi paz y mi bienestar son prioridad…<<

Cubrir nuestras necesidades antes que cualquier otra actividad se vuelve nuestra prioridad de ahora en adelante. Esto nos llevará a un nuevo comportamiento: >>Únicamente realizo actividades con las que disfruto y me llenan de plenitud.<<

Ya no hay necesidad de sacrificio. Una buena rutina, balance y descanso van primero. De esta manera cuando nuestra energía esté a tope seremos muy fácilmente guiados a estar en el lugar correcto a la hora correcta y alinearnos con nuestro propósito diariamente.

Forzar las cosas y hacer que sucedan ya no forma parte del nuevo plan. Crearás mucha resistencia si sigues ignorando al cuerpo y obedeciendo a tus viejas ideas mentales junto con la vieja realidad y comportamientos. 

Los traumas y las inseguridades tardan en sanar porque queremos forzar una actividad o una acción que desencadena aún más el dolor. Sólo basta con soltar el control y fluir. Si lo que estás haciendo no se siente bien en tu cuerpo, suelta. Quizá puedas regresar a la actividad en días, semanas o meses pero será a través de una idea llena de inspiración, no desde el “deber”.

Esta nueva conducta no se irá a ningún lado, llegó para quedarse y entre más rápido te acoples al camino de menor resistencia más rápido sentirás alineación con tu esencia y tu propósito. 

A veces creemos que estamos haciendo las cosas “mal” porque no lo estamos haciendo “mejor”. Pero si el universo quisiera que estuvieras haciendo algo diferente, créeme que lo estarías haciendo y todos los traumas, barreras e inseguridades se moverían del camino para que realizarás esa acción. Pero si estás experimentando resistencia quizá sea porque ese camino no es el adecuado en estos momentos y quizá haya un aprendizaje del cual puedas divertirte indagando.

Quizá ya estés haciendo lo que debas estar haciendo. Forzar las cosas sólo agravara los traumas e inseguridades en estos momentos. 

Cuando queremos forzar un camino es porque una parte de nosotros quiere satisfacer “allá afuera”. El universo nos pide que seamos como niños y fluyamos con el placer y la diversión. Si “allá afuera” hay expectativas de lo que se espera de nosotros y el camino nos parece incómodo, ese indicativo es suficiente para soltar y llevar a cabo actividades que satisfagan nuestras expectativas. (No escuches esa vocecita interna que te dice que deberías esforzarte más)

Algo muy curioso está sucediendo en nuestra vida. Pareciera como si el universo estuviera tratando de confundirnos para hacernos más conscientes de nuestros cuerpos y de nuestras necesidades. Está trayendo miedos y traumas del pasado al frente para hacernos ver que son ilusiones, que podemos regresar a nuestra mente de niño y divertirnos con los “bloqueos” de una forma creativa. Recuerda que los obstáculos son indicativos para encontrar otra forma de hacer las cosas que esté más alineada con el placer.

Pareciera como si la vida estuviera apoyando situaciones que debemos rechazar y bloqueando caminos que son idóneos para nosotros. Creo que esto lo hace para acostumbrarnos a forjar voluntad hacia satisfacer nuestras necesidades y rebelarnos contra lo que otros quieren de nosotros pero que no necesariamente nos hace feliz.

Nosotros sabemos lo que queremos y lo que nos gusta y nos hace felices, pero nos confundimos cuando varias personas tienen la misma expectativa de nosotros, creemos que al no poder satisfacer sus necesidades nos hace “menos”. El detalle es bastante simple, no puedes satisfacer una necesidad que va en contra de tu voluntad, porque esto siempre producirá resistencia. Es por esta razón que enfermamos y tardamos tanto tiempo en sanar heridas del pasado.

Puede que la realidad se vuelva muy confusa y nebulosa, pero nuestro norte siempre será nuestro deseo interno. El deseo de tu corazón siempre te hará sentir vivo y moverá cualquier obstáculo porque no habrá resistencia, únicamente fluidez, paz y bienestar.

Intenta probar con el camino de menor resistencia y disfruta de la simplicidad. Llénate de energía y muy rápidamente estarás donde debes de estar, haciendo lo que debas estar haciendo. Muy simple. Ríndete y entrégale el control al universo.

Con gratitud,

Altay.